Roberto Polo: «Los coleccionistas europeos son discretos por miedo a las denuncias ante las autoridades fiscales»
Roberto Polo es exiliado cubano de origen español y coleccionista de arte.
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Coleccionista de arte, exiliado cubano y artista. Roberto Polo (La Habana, Cuba, 1951) no es demasiado conocido en España, al menos todavía, pero pronto su nombre correrá de boca en boca. Abandonó Cuba y jamás regresó, actualmente vive en Bélgica donde dirige su propia galería de arte mientras compra una obra al día, como Peggy Guggenheim, a veces incluso más. Posee una rica colección artística y donará 7.000 obras de vanguardia europea de la primera mitad del S. XX y de movimientos estadounidenses a España.
¿Dónde las dejará? Está decidiendo entre tres ciudades españolas. Se mantiene férreo y no quiere desvelar su secreto por más que insistimos. Dejará sus obras aquí, por razones sentimentales, y a cambio lo único que pide es una casita junto al lugar que las acoja y una gestión primorosa en las exposiciones temporales.
Se trata de un artista visual que acoge a las personas que quieren hablar de arte con entusiasmo y cariño. Exiliado cubano de origen español, dejó La Habana al llegar la dictadura de Fidel Castro y declara que su país, al que recuerda con «cariño», está en bancarrota económica y social. Nació en una familia acomodada, pero asegura que sólo volvería a su tierra si el arte pudiera salvarla. De todos modos, no le agrada demasiado hablar del régimen dictatorial que vive su país y habla con mesura de cualquier asunto oscuro como la política y la represión cubana.
Polo es un mecenas del S. XXI, este año recibió el Premio al Mecenazgo de la revista Capital Arte, que con 35 años ya era rico y socio mayoritario de la prestigiosa casa de subastas Sotheby’s. Tiene un rigor a la hora de comprar sin parangón, por eso, la póliza del seguro de su colección asciende a 50 millones de euros.
Si le pidiera que me explicara quién es Roberto Polo, ¿qué me diría?
Le diría que soy un artista visual, un historiador del arte, coleccionista y galerista. Mi vida siempre ha estado consagrada al arte y siempre lo estará. Si alguna vez no pudiera vivir esta vocación artística, preferiría dejar este mundo.
Sé que quiere ceder a España 7.000 obras de vanguardias europeas. ¿Cuándo sabrá quién tendrá la suerte de tenerlas?
Para ser exactos, en estas 7.000 obras habrá artistas de vanguardia europea de la primera mitad del S. XX, del Este y el Norte de Europa y movimientos artísticos americanos. Este mes sabremos la ciudad donde será destinada esta colección.
No me diga que no le han tentado desde Nueva York para tener esta fantástica colección, seguro que sí…
Sí, claro que sí, pero Nueva York no necesita estas colecciones, España sí, porque en el panorama de sus museos es más débil la presencia de obras del Norte y el Este de Europa, al igual, que del arte americano de la primera mitad del S. XXI.
Hay varias ciudades españolas interesadas en albergar su colección, pero, ¿qué debe tener el espacio que acoja las obras que vaya a ceder?
El espacio o los espacios que finalmente acojan la colección permanente deben contemplar necesariamente los estándares de un gran museo y el presupuesto para exposiciones temporales.
En España las personas y familias que coleccionan no lo suelen decir, lo llevan con bastante discreción, ¿qué opina?
El sistema fiscal europeo no anima al coleccionismo y la donación. Por eso, los coleccionistas europeos suelen ser bastante discretos por miedo a que le puedan denunciar ante las autoridades fiscales. En España, la tradición del coleccionismo ha pertenecido a la realeza y la nobleza, no a la gente común. Esto ahora debe ser cultivado. Todavía estoy impresionado por la afluencia de público que hay en los museos españoles y que el arte esté tan bien considerado. Adoro España por muchas razones, pero particularmente por el deseo de vivir, y su orgullo, no su arrogancia.
¿Quedan mecenas que contribuyen a que cosas maravillosas permanezcan?
Claro, hay muchos patronos y benefactores de las artes visuales a día de hoy. Aunque también hay personas que hacen compras artísticas para ser aceptadas en un estatus social o para incrementar el valor de la pieza que compraron para especular.
Ha sido accionista mayoritario de Sotheby’s, sin embargo, dice que las ferias y subastas le entristecen, ¿por qué?
Detesto las ferias de arte. Me deprimen, no sólo porque son supermercados de productos de arte, sino porque también hay cárteles que están estrictamente destinados a conseguir dinero fácil.
La presencia del arte en su vida, ¿ha sido un elemento atractivo para las mujeres?
Aquellas que se sienten atraídas por los coleccionistas de arte suelen ser cazadoras de fortunas.
Ha sido artista, pero lo dejó, ¿qué pasó?
Aún lo soy, ser un artista es una vocación, no una profesión de la que uno puede retirarse. A veces he tenido la extraña sensación de que estaba destrozando el mundo innecesariamente, nunca he experimentado esto como coleccionista.
¿Ha regalado arte a las personas que le rodean?
He dado arte a instituciones y personas a lo largo de mi vida. Algunas veces me he arrepentido, porque quienes han recibido mis regalos no lo han valorado tanto como yo lo hago. Por esta razón, y ahora más que nunca, me aseguro que a quien se lo regalo, lo va a acoger con el mismo cariño que yo.
¿Nunca un coleccionista se arrepiente de una obra comprada?
Solamente adquiero obras de arte que me hablan, con las que estaría dispuesto a morir. Nunca he especulado financieramente con el arte, por lo tanto, jamás me he arrepentido de ninguna de mis adquisiciones.
¿Qué obra adquirida le ha dejado más fascinado?
No puedo decirte que una obra que me haya fascinado más que otra, la verdad. Cada compra es una nueva experiencia. Si no es así, no me interesa.
Hablar de dinero es poco elegante, pero, ¿cuál ha sido la cifra más impresionante que ha pagado?
No califico las obras en términos financieros, no podría decirte. He pagado precios irrisorios por algunas, sobre todo porque eran descubrimientos, era capaz de identificar cosas que otros no veían. Sin embargo, también sé cuando pagar más. A veces, en el momento de la compra he pensado que estaba pagando en exceso, sin embargo, el tiempo me suele demostrar que no es así.
¿Qué artista cree usted que está sobrevalorado o cuál no ha sido tratado con el valor que debía?
La Historia del Arte está llena de injusticias. Hay muchas que están sobrevaloradas y otras infravaloradas desde el punto de vista financiero. El arte y el mercado son dos realidades separadas que a veces coinciden. El dinero no es el barómetro del arte, el precio de una obra depende de su demanda, y obviamente, no todo el mundo tiene la capacidad de valorar y apreciar el arte.
Como buen mecenas, ¿se ha dejador retratar por los artistas con los que trabaja?
Como me he hecho mayor, varios artistas me han preguntado si podrían retratarme. Y sí, recientemente, los artistas Jan Van Riet y Bernard Gaube lo hicieron, al igual que Carl De Keyzer, el fotógrafo de Magnum.
¿Hay algún artista con el que le ligue una amistad sincera?
Soy un artista visual, así que los artistas que colecciono y represento son también mis colegas y amigos. Me encanta el placer de visitar sus estudios y de manera improvisada cenar con ellos tras un duro día de trabajo. No puedo, bajo ningún concepto, representar a un artista a quien no valoro como persona.
¿Sería capaz de elegirme solamente dos obras de toda su colección?
Difícil. Siempre me ha encantado el candelabro de latón de Henry Van de Velde (1898). Este artista es el padre de la abstracción, el fundador de la Escuela de Weimar, la rebautizada Bauhaus por Walter Gropius. Van de Velde fue también el primer asesor de la gran coleccionista alemana Helene Kröller-Müller, la coleccionista más importante de Europa a principios del S.XX. El extraordinario museo que ella donó a los Países Bajos es un monumento a su conocimiento y generosidad. Fue también asesor de Herwarth Walden, fundador y propietario de Galerie Der Sturm y la revista del mismo nombre en Berlín, la más importante galería de vanguardia y periódico de comienzos del siglo pasado.
Usted es de Cuba, pero se fue de niño, ¿volvería a su tierra natal?
Tengo recuerdos cariñosos y violentos de La Habana de cuando era niño. Recuerdo la belleza espiritual y física de mi país, el amor de mi querida madre. Sin embargo, también recuerdo quienes fueron asesinados frente a mis ojos por el Gobierno dictatorial de Fulgencio Batista y Fidel Castro. Debes leer el libro Contra toda esperanza, escrito por el poeta cubano Armando Valladares, que sufrió durante veintidós años en uno de los campos de concentración y fue finalmente liberado gracias a la presión ejercida por la PEN International, la Asociación Internacional de Escritores.
Además, los especuladores financieros que han invertido en la nueva industria del turismo de Cuba me aconsejan no volver. Hoy en día el país no es el mismo que cuando nací, es la misma tierra, pero Cuba es un lugar en bancarrota en lo económico y lo social. La obra maestra, La Lucha, de Carl De Keyzer retrata estos hechos. No obstante, por el bien de los cubanos, espero que el esfuerzo para el paso del Comunismo al Capitalismo tenga éxito, solo ocurrirá si preservan su identidad nacional. En cualquier caso, sólo volvería a Cuba si el arte pudiera salvarla.
¿El levantamiento del veto por parte de EEUU traerá algo positivo?
Temo que no sólo traiga la necesidad de más dinero que lleve al país a la bancarrota, sino también más crimen y corrupción.
¿Cuál ha sido el momento más amargo y más dulce de su vida?
En estos momentos estoy atravesando una etapa difícil, perdí a mi querida madre hace dos meses. Fue el 15 de septiembre, tres horas después de que volviera a casa después de un momento de gloria, la inauguración de una exposición muy importante “Painting After Postmodernism. Belgium – USA”. Los momentos más dulces de mi vida son aquellos en los que he conseguido que los demás entiendan y aprecien el arte que amo.